Conjuntos arqueológicos de Carmona e Itálica
¡Hola de nuevo! Vuelvo para contaros lo mucho que me impactó la visita a dos de los numerosos yacimientos arqueológicos que tenemos en la península, el yacimiento de Carmona y la antigua ciudad romana de Itálica.
Estos dos yacimientos se encuentran en la provincia de Sevilla, por lo que nosotros aprovechamos para visitarlos volviendo hacia Madrid, después de pasar unos días por la zona de Andalucía.
CONTENIDO DEL ARTICULO
CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE CARMONA
La ciudad de Carmona cuenta con más de 5000 años de historia. Fue un núcleo de población de los Tartesos (civilización cuya cultura se cree que fue fruto de la evolución de los pueblos autóctonos del sur de la península y su comercio con los Fenicios), posteriormente se transformó en asentamiento fenicio, hasta convertirse en municipio romano ya que en el Siglo I a.C. Julio Cesar otorga el título de municipio a la zona. Durante los siglos I y II la ciudad logra su mayor esplendor, y es en esta época en la que se construye el anfiteatro y se agranda la necrópolis, que son las dos zonas de las que se compone el yacimiento.
El anfiteatro de Carmona está considerado como el primero en construirse en la península ibérica y la necrópolis es el lugar de enterramiento romano más grande de Europa de entre los conservados. La mayor parte de la necrópolis está compuesta por Hipogeas, que consisten encámaras funerarias excavadas en la roca donde se depositaban los restos tras la incineración, ya que es el ritual de enterramiento predominante en la necrópolis.


De entre las zonas de enterramiento hay algunas con características propias, como la “Tumba del Elefante”, que cuenta con varias dependencias ya que fue un templo dedicado a la diosa Cibeles y Atis (su amante que tras enloquecer de amor se castró a sí mismo) y en cuyo interior se encontró la escultura de un elefante. Destacan también mausoleos excavados en la roca y otros que conservan parte de la decoración mediante frescos y estucos. La “Tumba de Servilia” también es una de las más impactantes al conservar parte de las pinturas murales y por su estructura, ya que se compone de un patio porticado y cuenta con una galería que da acceso a una cámara principal coronada con una cúpula.
Consejo práctico: En conjunto cuenta con un centro de interpretación en el que narran la historia del asentamiento romano de la zona, la evolución de los enterramientos en base a la época de la que datan y donde se pueden observar las esculturas mejor preservadas de entre las encontradas en el yacimiento. Además ofrecen visitas guiadas muy completas, con las que se puede también acceder a la zona del anfiteatro así como visitar algunas de las tumbas.

ITÁLICA

A media hora en coche (a solo 7 km de Sevilla) se encuentran los restos de la que fue una de las mayores ciudades romanas de la península. Fue fundada en el Siglo III a.C. tras la II Guerra Púnica (entre romanos y cartagineses por el dominio del mediterráneo). Tras lograr la victoria en batalla frente a los cartagineses, un grupo de romanos procedentes en su mayoría de la península itálica (de ahí el nombre que le pusieron a la urbe) se asentaron en la zona estableciéndose esta como lugar de recuperación, y posteriormente como lugar de retiro para militares veteranos.
La ciudad fue creciendo y manteniendo buenas relaciones comerciales con los asentamientos cercanos, hasta que en el Siglo I a.C. Julio Cesar le otorgó el estatuto de municipio durante su último viaje a Hispania. La época de mayor esplendor se alcanzó durante los Siglos I y II durante los reinados de Trajano y Adriano, ya que los dos nacieron en Itálica, y al alcanzar el poder en roma promovieron obras de mejora hacia su ciudad de nacimiento dotándola de alcantarillado, zonas públicas y ampliando su extensión.
La parte antigua de la ciudad se encuentra bajo el casco urbano del pueblo de Santiponce por lo que solo es visitable el teatro (del Siglo I a.C y empleado hoy en día para diversas celebraciones) y la termas “menores”.
La parte nueva de la ciudad, donde se asentaban las grandes mansiones, las termas “mayores”, el Templo de Trajano y el Anfiteatro, conforman el conjunto arqueológico y son visitables. La zona ha sufrido expolio y ha sido empleada como cantera para la obtención de materiales desde época musulmana, pero se conservan estructuras y esculturas que hacen imaginar la magnitud de la ciudad. Destacan los mosaicos de los suelos de las mansiones que dan nombre a algunas de ellas, como la “Casa del Planetario” en cuyo mosaico se representan los astros (divinidades de la mitología romana) que dan nombre a los días de la semana (Luna – lunes; marte – martes; mercurio – miércoles; júpiter – jueves; venus – viernes; saturno – sábado; y el sol – domingo).


El anfiteatro, con una capacidad de más de 25.000 espectadores, es imponente. A pesar de no conservar algunas de sus estructuras, se puede apreciar la zona para los gladiadores y las fieras bajo el nivel del antiguo suelo de madera, o caminar por los pasillos bajo las gradas, desde donde los gladiadores esperaban turno para salvar la vida o ganar su libertad… mientras la sociedad les coreaba ávida de espectáculo, sin relexionar sobre la moralidad de la esclavitud. El conjunto arqueológico ha sido empleado como lugar de rodaje de la afamada serie “Juego de Tronos”, y en especial el anfiteatro, que figura como como “Pozo Dragón” de Desembarco del Rey. Un lugar imponente desde donde recordar la historia.

Consejo práctico: para aprovechar bien la visita se ofrecen visitas guiadas o la opción de audioguía, que os irá aportando información sobre la zona para ayudaros a interpretar todo lo que veáis.

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