La Granja de San Ildenfonso
¡Hola viajeros! Ya estoy de nuevo por aquí para contaros mi última escapada. En esta ocasión nos vamos muy cerquita de Madrid, a la provincia de Segovia, donde se encuentra el municipio Real Sitio de San Ildefonso, también conocido como La Granja de San Ildenfonso.
En nuestro caso, realizamos la ruta en coche desde Madrid hacia la provincia de Segovia, en Castilla y León, lo que nos supuso algo más de una horita en coche.
CONTENIDO DEL ARTICULO

El Real sitio está muy relacionado con la monarquía española (como su propio nombre indica) ya que en esta ubicación, en la cercana población de Valsaín, ya existía un palacio en época de los Trastámara, empleado para caza y diversas festividades, pero tras sufrir un incendio en el S XVII, quedó abandonado. Ya con la dinastía de los Borbones volvió a ser emplazamiento del nuevo palacio, resurgiendo la población.
El nombre de Granja de San Ildefonso se debe a una ermita dedicada a este santo, que fue donada junto con los terrenos a la congregación de los jerónimos del Monasterio del Parral por parte de los Reyes Católicos. Los monjes veraneaban en la zona, y de esta granja que formó la congregación toma nombre el pueblo.
¿Qué ver en la Granja de San Ildefonso?
REAL FÁBRICA DE CRISTALES DE LA GRANJA
Comenzamos la visita en esta real fábrica construida en el reinado de Felipe V. Se estableció en la zona para abastecer al palacio de ventanas y espejos, y disminuir el coste de las importaciones de estos productos.
Con el tiempo, sus trabajos fueron ganando fama, y hoy en día sus lámparas de araña decoran la mayoría de los palacios de la zona, dotando las estancias de luces y reflejos.
En el museo podemos ver numerosas colecciones de objetos de este material de diferentes épocas, orígenes (Bohemia, Venecia, etc.) y estilos de fabricación, además de aprender sobre su elaboración y su historia. Y finalmente se puede asistir a una demostración en los talleres de talla y soplado, donde los maestros elaboran verdaderas obras de arte con técnicas tradicionales de soplado y tallado sobre vidrio al plomo.
¿Conocéis la diferencia entre el vidrio y el cristal? Pues entre otras muchas cosas, el cristal añade sustancias como plomo a su composición, y de ahí su mayor brillo y propiedades reflectantes, ya que se logra una estructura atómica ordenada (cristalina). Esta es una de las muchas curiosidades que aprenderás durante la visita. Además, el museo cuenta con exposiciones temporales de artistas que trabajan el vidrio, o de colecciones de este material venidas de distintas partes del mundo.

PALACIO REAL DE LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO
Tras visitar la fábrica llegamos a una de las residencias de la Familia Real, que destaca por su emplazamiento, rodeado de jardines y fuentes.
El palacio es de la época de Felipe V (S XVIII) que llegó a España para reinar como primer rey Borbón, ya que el último de los Austrias, Carlos II (“El hechizado”) murió sin descendencia debido a las múltiples enfermedades que padecía causadas por matrimonios consanguíneos entre la monarquía.
Felipe V (llamado “El Animoso”) era nieto de Luis XIV, monarca francés conocido como “El rey Sol” que mandó construir Versalles y fue famoso por la protección de las artes y la fastuosidad de su corte. Su nieto, al llegar a España intentó traer el estilo de la corte francesa, por lo que mandó reformar el Palacio Real de Madrid, y mandó construir el Palacio de la Granja (tras comprar el terreno a los Monjes que lo habitaban) como residencia veraniega, rodeado de jardines y fuentes estilo Versalles.
El interior del palacio esconde numerosas obras de arte, incluyendo esculturas romanas. En la zona llamada Casa de las Damas encontramos el Museo de Tapices, con obras de la época de Isabel la Católica y una colección de Tapices Flamencos dedicados a Carlos I (V de Alemania).
El edificio tiene una estructura neoclásica y en las estancias destacan los techos pintados, la decoración barroca (con elementos rococós de influencia francesa) y las espectaculares lámparas de Real fábrica de Cristales.
REAL COLEGIATA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Construida en época de Felipe V en estilo barroco. Destaca la sillería del coro, el retablo principal y la tribuna real, que al conectar con el Palacio permitía a los reyes acudir a las ceremoniosas religiosas.
Junto al altar se ubica la capilla de las reliquias, donde junto a los restos de varios mártires y santos, encontramos un monumento funerario en honor a Felipe V, que finalmente se ha convertido en cenotafio (monumento funerario sin restos en su interior) ya que el monarca y su segunda esposa se encuentra enterrados en un a cripta tras el altar mayor.




Gastroconsejo: llegada la hora de comer, el plato típico son los Judiones de la Granja. Esta legumbre fue importada de América y plantada en la Granja en el S XVIII, e Isabel de Farnesio (segunda esposa del citado Felipe V) la empleaba para dar de comer a los faisanes. Posteriormente se extendió su cultivo en la Granja y zonas colindantes de Guadarrama para consumo humano, y hoy en día es el plato más popular de la zona.
FUENTES DE LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO
Por la tarde paseamos por el jardín del palacio, un jardín francés estilo Versalles, que destaca por sus elegantes fuentes y sus paseos arbolados. Es precioso en cualquier época del año, pero en especial en otoño por los colores ocres que reflejan las fuentes, y en verano cuando el espectáculo del encendido de fuentes permite verlas en todo su esplendor.
En principio se planteó realizar las fuentes en bronce, pero debido al coste que suponía, se construyeron en plomo y se pintaron para que parecieran de bronce. En su diseño se emplearon las pendientes naturales del terreno para dar fuerza al agua, con lo que en algunas de ellas el agua supera los cuarenta metros de altura, algo muy poco común en el S XVIII.
A lo largo del jardín encontraremos 21 fuentes, cada una con una temática diferente, pero casi todas basadas en la mitología grecolatina. Lo mejor es pasear e ir encontrándolas y sorprendiéndote con cada una de ellas. Las mas conocidas son:

“Fuente del canastillo”: en la que encontramos un canasto con fruta rodeado de cuatro náyades o ninfas. Cuenta con 70 surtidores, por lo que cuando se encienden el agua sale 6 metros por fuera de la fuente, mojando a los espectadores.
“Fuente de la cascada nueva”: se posiciona frente a la fachada del palacio real ocupando una ladera en varias alturas, y es una de las que se ilumina (aunque no se enciende) por la noche para las visitas nocturnas.


“Fuente de las ocho calles”: un conjunto de ocho fuentes con una estructura semejante (representan a Ceres, Saturno, Cibeles, la Victoria, Hércules, Minerva, Marte y Neptuno) situadas alrededor de una plaza circular, y que se encienden al mismo tiempo.
“La Fama”: representa a esta sobre un caballo alado pisando a cuatro guerreros que simbolizan la envidia, la maldad, la ruindad y la ignorancia; y que una vez encendida suelta un chorro de mas de 42 metros de altura.


“Fuente de las ranas”: encarna a los labradores que fueron convertidos en ranas por Apolo y Artemisa, ya que estos se negaron a dar agua a su madre Leto, cuya figura ocupa el lugar central de la fuente. En juego de los chorros en el encendido es uno de los más vistosos, ya que van variando durante el espectáculo.
“Los baños de Diana”: protagonizada por la diosa de la caza rodeada de ninfas, se dice que era la favorita de Felipe V, y es la fuente que actualmente se enciende durante el iluminado nocturno.

En época estival se abren los jardines por la noche para contemplar el palacio y alguna de las fuentes iluminadas, así como la fuente de “los baños de Diana” encendida. El juego de luces es digno de ver y nos aporta otra experiencia a la visita.
También es recomendable perderse por los jardines y llegar hasta “El Mar” uno de los principales estanques que abastece de agua las fuentes.
Consejo práctico: el palacio está gestionado por Patrimonio Nacional. Podemos obtener las entradas a través de su página web para la visita libre o guiada al palacio (que incluyen la visita a la Colegiata). Los jardines son de acceso público excepto durante los espectáculos del encendido de fuentes (tanto diurno como nocturno) para lo que también tendremos que reservar entrada.

Y aquí termina nuestra visita a la Granja, un lugar donde parece que no transcurre el tiempo y donde podemos pasear imaginándonos en el siglo XVIII.
4 Responses
Como siempre MUY INTERESANTE
¡Muchísimas gracias! 🙂
La visita al palacio de La Granja, entrando desde el medio punto, ya demuestra su grandeza por la armonía de los jardines, de las plantas y el colorido de las flores que van surgiendo a lo largo del camino.
No es necesario decir que todo esto se refleja en los maravillosos jardines del palacio,coloreados de parterres de flores y setos que los envuelven con simetrías decorativas, formando un conjunto muy armónico que trasciende a su propia esencia.
También podemos decir lo mismo de su arquitectura que nos deja ver motivos escultóricos relacionados con los astros y otra maravillas…….
Muchas gracias por el comentario 🙂
El palacio, los jardines y el patrimonio de La Granja son toda una maravilla