Albarracín, uno de los pueblos más bonitos de España

Hola de nuevo viajeros, hoy queremos compartir con vosotros nuestra visita a Albarracín, uno de los pueblos más bonitos de España. Este pueblo de la provincia de Teruel tiene miles de años de historia por lo que da para varios días de visita. 

¿Qué ver en Albarracín?

PINTURAS RUPESTRES

Las muestras de pinturas rupestres encontradas en varias localizaciones de la provincia de Aragón, están catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En Albarracín encontramos varios ejemplos de estas representaciones prehistóricas en el Pinar de Rodeno a las que podemos acercarnos mediante diferentes rutas de senderismo señalizadas desde la salida del pueblo (junto a la Oficina de Turismo). 

En el mapa que encontraréis al final del post aparece el punto desde el que podéis iniciar el recorrido para ver algunas de estas muestras de arte del neolítico

Pintura rupestre
Acueducto Romano

ACUEDUCTO ROMANO

Tras los asentamientos prehistóricos, esta zona fue poblada por los romanos. De esta época data el acueducto de 25 kilómetros que se extendía desde la zona de Albarracín hasta Cella, abasteciendo la zona con agua del río Guadalaviar. Esta obra data del siglo I d.C. y siete de sus tramos son visitables. Nosotros recorrimos el Tramo II (túnel próximo al Castillo de Santa Croche) en el que se puede recorrer una parte del acueducto excavado en la roca) y el Tramo III (Azud de Gea de Albarracín) en el que el acueducto discurre excavado en roca, iluminado por ventanas de ventilación horadadas en la montaña. 

Los túneles se pueden recorrer sin dificultad y aunque son tramos pequeños están muy bien conservados (todavía se pueden apreciar las marcas en la pared donde los romanos dejaban las lámparas de aceite para iluminar el pasadizo).

Junto al Tramo II del acueducto se encuentran los restos del Castillo de Santa Croche. Este castillo fue construido en el siglo XV sobre los restos de una fortaleza anterior, y se cree que formaba parte del sistema de defensa del acueducto y en época medieval parte del sistema de defensa de Albarracín. Podéis acceder hasta lo que queda de esta fortaleza de camino al acueducto. 

Acueducto Romano
Acueducto Romano
Castillo de Santa Croche

Consejo práctico: en el mapita que encontraréis al final de post os indicamos las tres localizaciones, junto a las que hay apeaderos en la carretera para poder dejar el coche e iniciar el acceso al acueducto. También encontraréis paneles informativos junto a cada tramo visitable y en Gea de Albarracín está el Centro de visitantes del Acueducto.

ALCAZABA MEDIEVAL Y MURALLAS

Tras los romanos llegaron los visigodos, y tras estos una familia beréber finalmente fundó la actual ciudad de Albarracín. Se trataba de la familia “Banu Razín” (“los hijos de Razín” en árabe) que llegaron en el Siglo VIII y se asentaron en la zona. Del Siglo IX data la Alacazaba (estructura defensiva árabe) que construyeron en lo alto del promontorio y de la que quedan restos arqueológicos como los baños o la estructura amurallada. 

Consejo práctico: se ofrecen visitas guiadas a las excavaciones del castillo organizadas por la Fundación Santa María de Albarracín, que se encarga de rehabilitar y dar a conocer el patrimonio de la zona.

Para defender la ciudad, desde la Alcazaba se construyó una muralla inicial en el Siglo X. Esta se quedó pequeña al crecer la población (todavía se conservan fragmentos de la muralla que podéis observar paseando por el pueblo), por lo que en el Siglo XI se construyó una segunda muralla de la que se conserva gran parte de la estructura. La muralla es visitable desde el pueblo, pero también podéis acercaros dando un paseo y admirar las vistas del pueblo desde lo alto. En la parte central del muro se conserva una de las torres de vigilancia, la Torre del Andador y junto a la fortaleza se encuentra la Torre de Doña Blanca

Alcazaba de Albarracín
Murallas

Consejo práctico: podéis subir hasta la torre del Andador dando un paseo de unos 20 minutos. Parece que está lejos pero las vistas de la Villa desde las alturas son impresionantes y una vez allí podéis acceder desde la puerta que encontraréis en la muralla junto a la Torre del Andador y recorrer la muralla por la parte exterior hasta regresar al pueblo.

Vistas desde la Torre del Andador

CATEDRAL DE ALBARRACÍN

En el SIglo XII la villa se cristianizó al pasar mediante un intercambio a manos de una familia navarra que la mantuvo como independiente de Castilla y de Aragón. Por ello se estableció un obispado propio y por tanto se construyó la Catedral de El Salvador de Albarracín, en el lugar que ocupaba la mezquita de la población. En un inicio se trata de una edificio románico, pero las posteriores reformas le han dado el aspecto actual, en el  que destaca el estilo barroco

Los techos están decorados con bóvedas nervadas góticas pintadas como si fueran mármoles siguiendo la técnica del trampantojo (de la expresión ”la trampa ante el ojo”). Y a pesar de su sencillez en materiales (intentaban imitar decoraciones nobles como mármoles o cortinajes por falta de presupuesto) el efecto es precioso. 

Otros elementos destacables son los dos retablos renacentistas, el retablo mayor policromado y el retablo de San Pedro esculpido en madera de pino de la sierra de Albarracín y que está sin policromar, por lo que se puede apreciar el color rojizo de la madera de la zona, debido a la cantidad de hierro del terreno. 

Catedral
Retablo de San Pedro

La decoración de la capilla de la Virgen del Pilar es barroca ornamentada,  y en la Capilla de las Ánimas destacan decoraciones usando la Grisalla, una técnica empleada para que los murales se asemejen a esculturas con relieve.

Consejo práctico: visitar la catedral mediante una visita guiada. Nosotros reservamos la visita con la Fundación Santa María de Albarracín, con los que también reservamos la visita al Castillo y el tour por el pueblo.

Decoración Grisalla

EL PUEBLO MEDIEVAL DE ALBARRACÍN

Tras ser una población independiente de los reinos de Castilla y Aragón durante un siglo, la villa fue tomada por Pedro III de Aragón, para lo que fue necesario un asedio de meses de duración. Albarracín pasó así a formar parte del Reino de Aragón.

Las estructuras de las casas del centro del pueblo son medievales y algunas de ellas fueron creciendo en altura e intentaron ganar metros de anchura, por lo que son más estrechas en un base que en su parte superior y tienen pisos y entreplantas extrañamente mezclados, como ocurre con la famosa Casa de la Julianeta, junto a una de las puertas de la muralla. 

Merece la pena pasear el pueblo con sus calles estrechas, sus rincones con encanto y las vistas desde sus múltiples miradores, como el de la Plaza Mayor o el Mirador de la Catedral. La mayoría de las casas presentan un característico color rojizo, pero unas pocas, como la Casa de los Navarro Arzuriaga son azules, y es que la mitad del pueblo llegó a ser azul en el Siglo XIX siguiendo la moda que trajo esta familia al pueblo. Afortunadamente la mayor parte ha recuperado su tonalidad rojiza, y la visión general del pueblo junto al rojo de la sierra es preciosa. 

Casa de la Julianeta

Consejo práctico: realizar una visita guiada por el pueblo. Hay miles de rincones, leyendas y curiosidades por descubrir entre las estrechas callejuelas de esta villa con tanta historia. 

Mirador Plaza Mayor
Casa de los Navarro Arzuriaga
Calles de Albarracín

PASEO FLUVIAL Y PASEO A LA ERMITA 

Hay muchas formas de disfrutar del pueblo y sus vistas. Además de callejear y subir hasta la muralla, nosotros nos acercamos hasta la Ermita de Nuestra Señora del Carmen (a 20 minutos andando), desde donde hay unas vistas impresionantes del pueblo y de la muralla. 

Otro paseo muy recomendable es la senda fluvial, que discurre junto al río y desde la que se puede observar que algunas de las casas de Albarracín y también la parte posterior de su catedral, están colgadas sobre la ladera. Siguiendo la senda se accede a otro de los miradores del pueblo, desde el que se ve la población junto al Guadalaviar.

Vistas desde la Ermita
i Itinerario: 
Hay muchas cosas por ver, pero se pueden organizar sin perdernos nada 🙂 . Os compartimos nuestro itinerario por si os sirve para que os hagáis una idea.
Día 1:
Mañana: Tour guiado por la villa y la catedral.
Tarde: Paseo hacia la muralla, visita al castillo, paseo hasta la Ermita y paso Fluvial.
Paseo nocturno (merece la pena una escapadita nocturna para ver el pueblo iluminado)
Día 2:
Ruta de pinturas rupestres y acueducto (podéis dedicarle una mañana a ambas cosas y aprovechar la tarde para hacer alguna excursión a uno de los muchos lugares que ofrece la Sierra de Albarracín)

Terminamos así nuestro recorrido por Albarracín, un pueblo con mucha historia y uno de los más bonitos de España. 

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